lunes, 26 de julio de 2010

a-poema a-piraña


Igual Piraña hizo lo que le convino: cerrar los ojos, respirar
profundo,
juntarse con los Dehesa, luego de una larga reunión con los Chicago
-años de historia, años de copas teóricas- con quienes tuvieron sexo
hasta hartas horas de la noche, ea, una fiesta súper piola, pero llena
de deseos
apolíticos apuntando al firmamento de la clase cobre.
Hizo lo que un Pasolini llamaría –punteándolo con odio-: asesino
anticipado o juglar neoliberal desde el infierno de las estrellas
(vease entrevista a Pound por Pier Paolo,
o degusten la clase Diamante en Saló con regios y ahueonaos fascistas
leyendo en voz alta a Baudelaire, Sade, un canto del viejo Ezra, el
copión maravilloso
del que hablaba Rojas,
como un arco de triunfo, con el pecho inflado, mientras violaban a
jovencitas y jovencitos Italianos, los hacían comer caca de puro
poder, cachen,
los mataban diciéndoles: perros comunistas, pendejos bastardos,
proletario chupa pico etc – luego Pasolini salió del mapa, lo enviaron
a una geografía invisible, ya saben,
demasiado honesto para su época).
Y bueno, sigamos:
Piraña estuvo con los Dehesa, luego les dio jugo a los Bandera.
Los Bandera, a su vez, lo aplaudieron, enseguida- una vez abierto los
ojos como oleajes-
lo escupieron y por ahí apareció un poeta diciendo: quiero florecer
como una magnolia  en la TV – una lluvia de ranas, pa los que cachen-
(lean con los oídos este “cachen”, con el tono de Ñoño, en el capítulo
del Chavo, en que Quico celebra su cumpleaños, uno de los mejores, más
de alguien se acordará)
Prosiguió el poeta: “quiero decirles a todos, yo Zorrón, que estoy con
Los Dehesa,
vivo con los Providencia, pero me quedo con los Bandera
–es mi discurso, y los discursos convienen, piensa,
como esas voces internas en una película de Woody Allen-
vine aquí a joderlos a todos, a decirles; no a los indultos, los
asesinos, pedófilos, entre tanto hijo de la dictadura...
Entonces veo la escarcha subir desde mis pies y en sus espejos,
algunas lágrimas congeladas, como la historia escrita en una piedra –
un fósil con lenguaje oral y todo-,
expuesta en una nube, allá en lo alto, lejos de la torre Entel;
veo entonces a las madres, padres, que no conocen al poeta Zorrón,
conocen las lápidas del patio, que todos saben;
conocen sus líneas y las líneas de sus amigas o afines
 –de acuerdo a sus historias-  y me pregunto tantas cosas:
ethos o pathos?, o ethos solamente? con su caballo de fuerza, con su
soledad de rincón,
y me quedo, me quedo  ahí con ellas, con ellos,  detrás como una
sombra
                                           dispuesta a agarrar un
fusil. Un fúsil de sentimientos, directo
                                          al doping de la historia, a
sus páginas invisibles al tacto.

¡ah!, como iba diciendo: la fiesta fue súper piola,

Piraña decidió ponerse sotana, salir con el rostro rojo, agarrar un
micrófono y tartamudear una letra que ahora no recuerdo o decía:
“mare mare, mare mundos, mare nostrum, mare de mi economía”,
y pareciera que se había tomado su ácido porque lo que vino luego fue
un trance
punchi, ponchi, pen, poj, pen, poj
                                                          …y bueno,
el poeta Zorrón le dio la mano, se sacó un par de fotos, traicionó a
la clase cobre, pero pulió la clase diamante y desde luego se ganó sus
becas, o su internado en alguna embajada,
en fin: se repitió la historia,
                                              la histeria, el acto
típico de la fuente de agua, en el patio
                                              de las narajas
dibujadas sobre la memoria del viento o en
                                              sus postales.
PD:
-Último detalle-: sabían que la palabra Naranja viene del sánscrito
“Narangah”, de una leyenda que se relaciona con la muerte de un
elefante? Y si bien quiere decir: “Naranjo” también puede decir:
Veneno para elefantes.

Ciudado entonces con esas aguas, hablo del


Manso jugo que


il tempo della natura ha dato.


(Oscar Saavedra)

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