La poesía y la muerte, viajero, son caras de una
/misma moneda
en este culo azul que flota en el vacío.
Una moneda de lata, un Denario de cuero de
/prepucio.
Una moneda de oro derretida en Auschwitz.
En este planeta azul y remoto,
la poesía se acuñó como un martillo para forjar la
/Muerte.
El martillo de Thor.
Los golpes del martillo de la poesía sobre el yunque
/de Thor
son las rimas, los símbolos, las metáforas de este
/mundo árido.
Emborráchate con sus sinécdoques y drógate con
/sus litotes.
Las sinécdoques del cáncer.
Las litotes de la tumba.
Sube al monte Calvario y recita un soneto de
/Góngora.
Se te llenará la boca de sangre.
Peregrina al Cerro la Cruz y canta la Noche Espiritual
Por los asesinados en sus faldeos.
Los endecasílabos se harán cenizas en tu lengua.
O trata con nuestro poeta fundador,
don Alonso de Ercilla y Zúñiga: te trepanará sin
/piedad
los sentidos de la épica.
Si eres un viajero de otras galaxias,
descubrirás que los poetas de este Reyno de la
/Muerte
duplican y se corresponden verso a verso
con los poetas de tu lejana constelación:
pero los que para ustedes cantan a la vida,
acá cantan para la muerte,
y el que para ustedes cantó el sol fundido en la mar,
acá terminó con una pierna amputada,
enamorado del silencio.
(Thomás Harris)
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