viernes, 23 de julio de 2010

La ciudad No

Pregunta qué es
qué ha sido
de esta ciudad
pregunta qué y te diré No
no hay nada que decir por qué
pregunta de antemano por ellos
los castigados de esta tierra alacrana
los estancados en la noche más profunda y profusa
del cielo
los confiscados a determinar el sonambulismo de
los demás
pregunta

qué ha sido de eso
de lo que caminamos y marcamos un día
dos tres diez años
como un territorio nuestro
el cuerpo que a(r)mábamos e íbamos cruzando
y que era la calle
en esta ciudad mancha muda mortal
el tachado que íbamos pisando mientras
cruzábamos por esa vereda fuerte
y que
nos decíamos
no era de aquí ni de nadie
no tenía derecho a estar delimitada
a ser puente ni a serpiente ni animal de ésos
que estaban
que eran allí
en el cuerpo
qué fue de ese cuerpo
en llamas
qué fue de ese delito
de constituirnos en una ciudad
de la ribera
de la mancha negra
de la mancha mojada
de la rebanación
que no sale
que no sangra
que no suena
mas
qué fue
di
qué fuimos
en esa caminata idónea
en ese andar a tientas por el laberinto del suelo
del campo
de esta ciudad no ciudad
vigilada por los otros
ocupada por los otros
que no somos
y seguimos caminando
enfilamos aún y hasta siempre
sin hacer los pies a un lado
estuvimos y seguiremos estando allí
aunque nunca hayamos ido
andando y marcando la ciudad como la línea
de una mano de un mundo sin mapa
de un dibujo del plan hecho con tiza y sin pulso
que borró el paso que dimos
que pisamos por ahí sin mirar
y lo dijimos
tal vez aquí se descubrió
pero cuál será
dijimos
el lugar desde donde no se fundó
esta ciudad mi ciudad no se fundó
y la han calcado ya cientos
de veces
y la han derribado otras
y la han construido y vuelto a mirar
hacia atrás
y la han quemado y vendido y repartido por
doquier
y la han nombrado
y la han delatado
y la han abierto porque
estaba cerrada
porque era una ciudad compacta
como el cuerpo tenso y denso
de nuestros muertos
Di
qué ha sido
de nuestra costa mentida
de nuestra costra mentida
de nuestra complicidad para con los vigilantes
pregunta mientras la calle se abre
y las grietas se abren
y los pasos se abren para tragarnos tras
figuraciones inútiles de equis ciudad
quién dijo las fronteras y los postes
quién adhirió al barro la planta de su nombre
quién contaminó al material noble
cuando a la geografía apenas la delineaba el fango
di
tal vez lo sepas decir
o yo te enseño
escríbelo deletreando el desparpajo
de esta zona en perpetuo derrumbe
de esta catástrofe ciudad llamada ciega sordina
errante
vagabunda la herida que cruza la
vereda y se estampa
y luego se pisa y no se complace
hasta que ese otro venga y le diga
ciudad No
tú eres mi No
tú fuiste mi No
tú fuiste mi yo
yo puedo decir que hay gente
yo puedo decir que hay trozos de gente
yo puedo decir dónde
los veinte
los cien
los mil
quinientos
y sus partes
pisando
estamos


(Florencia Smiths)

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