viernes, 23 de julio de 2010

CON ALEGRÍA

Con alegría me sirve
la última pieza
antes de sumergir la fuente
vacía en detergente y agua.
Es poco lo que hablamos
pero le encanta recibirme
y completar la jornada conmigo.
En el barrio se ha hecho
más peligroso ver el noticiario
y me dice que me vaya, que otro
día regrese más temprano
para jugar con calma a las damas.
Pero ese día suele tardar meses
y prefiero alagar otro poco la tarde
junto a él. Y al descorchar
aparece el recuerdo
de los amigos muertos
y la amargura que dejaron
sus entierros clandestinos.


(Antonio Rioseco)

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