viernes, 23 de julio de 2010

“La cueca sola”

Dedicado a mi padre, José E. Montoya Martínez.


Hoy bailo una cueca sola,
mis pies ya no se mueven
con la inocencia de antaño,
sólo quedan frágiles ripios,
sutiles memorias
de un episodio lejano y azul.

Hoy bailo una cueca sola,
mis brazos aún elevan
un pañuelo transparente,
temeroso e infantil,
un fragmento
pretérito y boyante.

Hoy bailo una cueca sola,
la ausencia de aquel
luminoso acompañante
ahora reposa, eterno insomne
entre el oscuro fondo marino.

Hoy bailo una cueca sola,
sin embargo, ahora puedo ver
a miles danzando a mi alrededor
y sostienen su pañuelo mientras
agitan una anhelante
justicia en sus manos.

Hoy ya no bailo una cueca sola...


de Alejandra Montoya
La verdad es que yo no me dedico a escribir pero me siento en la necesidad de manifestar, de alguna forma, mi descontento ante tanta barbaridad en contra de los derechos humanos. Mi padre, desaparecido el año 1981, era un excelente bailarín, razón por la cual escribí el poema que les adjunto.

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